Hay muchísimos tipos de problemas en el trabajo, pero todos tienen algo en común: conllevan una solución, aunque a veces es difícil dar con ella, ¿cierto? Para esto, existen herramientas que nos ayudan a abordar cualquier situación y a analizarla para encontrar la respuesta que nos parecía tan imposible inicialmente.
Veamos algunas de las situaciones más comunes y las herramientas que puedes utilizar:
Situación: Tu equipo y tú tienen que crear un producto nuevo en poco tiempo.
Herramienta: Metodología lean.
La metodología lean, aunque relacionada normalmente con la manufactura, se puede aplicar a todas las industrias. Esta manera de pensar pone en el centro de todas las decisiones al cliente final, eliminando o reduciendo las actividades que no representan valor para éste.
Así, se busca recopilar información sobre lo que el cliente quiere antes de construir el producto final. Se incorpora la retroalimentación y experimentación temprana para probar hipótesis y suposiciones, viendo en las fallas oportunidades de aprendizaje para mejorar.
¿Un libro para aplicar este método al desarrollo de servicios y productos? Puedes empezar con “Desarrollo de Clientes LEAN: Cómo crear los productos que tus clientes comprarán” por Cindy Alvarez.
Situación: El servicio al cliente de tu empresa es deficiente y necesita una mejora.
Herramienta: Metodología Six Sigma.
¿Ya tienes un problema identificado? Entonces la metodología Six Sigma, la cual busca eliminar defectos, es la adecuada.
Six Sigma se refiere a un término estadístico que mide hasta qué punto un proceso dado se desvía de la perfección. Dentro de Six Sigma existe el modelo DMAIC, que son las siglas para definir, medir, analizar, mejorar y controlar.
En este caso en particular, haríamos lo siguiente:
- Definir los problemas a los que se enfrentan los clientes.
- Medir el problema recopilando información valiosa.
- Analizar el problema en detalle y encontrar la causa raíz de éste.
- Mejorar la experiencia para los clientes eliminando o reduciendo el problema identificado.
- Controlar la calidad implementando métricas y KPIs.
Situación: Lanzar una app para tu organización.
Herramienta: Metodología Agile.
Agile es una metodología que se enfoca en la adaptabilidad y la rapidez. Esta forma de trabajar es ideal para desarrollar productos y servicios que, por su naturaleza, están cambiando constantemente.
De hecho, esta metodología nació en empresas de software para tener una metodología flexible que tomara en cuenta cambios inesperados.
Así, este modelo segmenta en muchas metas el proyecto final, utilizando plazos de entregas para cada uno de éstos. Cualquier modificación que se tenga que hacer, se hará solamente en el segmento correspondiente, ahorrando tiempo.
En pocas palabras, en lugar de entregar un producto final al término del plazo establecido, se entregan diferentes versiones a lo largo del plazo.
Se promueve la inspección y adaptabilidad constante en cada miembro del equipo, asegurando la creación de grupos autorregulados y multidisciplinarios que entreguen avances de manera paulatina.
Revisando estas características de la metodología agile, ¿estás de acuerdo en que es la adecuada para llevar a cabo un proyecto de desarrollo de una app?
Estas metodologías las podrás aplicar en diferentes áreas de tu vida y seguramente harán todo más sencillo, ¿Qué estás esperando? Tenemos el programa ideal para ti que te enseñará a analizar los problemas y, sobre todo, encontrar soluciones innovadoras.
*Con información de Lean Enterprise Institute, I Six Sigma y Renacen.
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