Han pasado casi 30 años desde la primera compra en línea (un cd de Sting, vía Netmarket, en 1994) y el nacimiento de los marketplaces. Sin embargo, ahora más que nunca conviene hablar del ecommerce, qué es y cómo funciona.
Por definición, el comercio electrónico es la compra y venta de productos o servicios a través de internet. El término fue usado por primera vez en 1984 y, como práctica, es descendiente del comercio por catálogo, que no implica ver un producto físicamente ni estar presente en la tienda para adquirirlo.
Con China y Estados Unidos como los principales mercados, cifras de JPMorgan revelan que, en la década de 2010 a 2019, las compras en línea aumentaron de 572,000 millones de dólares a 3.46 billones de dólares.
Aunque, verdaderamente, fue durante el confinamiento por Covid-19 en 2020 cuando el comercio digital se disparó.
Por medidas sanitarias, en el mundo entero dar y recibir clics se convirtió en la forma más segura de realizar transacciones comerciales.
De hecho, ese año detonó la explosión del ecommerce en México: creció 81%, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO).
Desde entonces, cada vez más negocios encuentran en el comercio electrónico la manera de ser competitivos y expandir su mercado. Los consumidores, por su parte, se han habituado a la comodidad de comprar a distancia.
Hoy, 20% de las ventas retail a nivel mundial se realizan vía ecommerce, informa Statista.
Ecommerce, qué es y cómo funciona en un negocio
Como modelo de negocio existen diferentes tipos de comercio electrónico. Mientras en una tienda en línea una marca vende sus productos, el marketplace es una especie de centro comercial que vende productos de diferentes marcas.
Otro modelo es el dropshipping. Aquí, el vendedor es un intermediario entre el productor y el consumidor. En la tienda en línea se gestionan las compras, pero de los envíos se encarga el productor.
También existen las afiliaciones y las suscripciones. En el primer caso, un tercero promociona los productos o servicios y coloca enlaces que llevan a la tienda de la marca. En el segundo caso, los consumidores contratan una membresía para recibir productos a domicilio de manera periódica.
En cualquiera de los modelos, el ecommerce brinda la ventaja de estar al alcance de consumidores alrededor del mundo. Aunque implica inversión en tecnología, no representa los altos costos de una tienda física.
Al estar “abiertas” las 24 horas del día los 365 días del año, las tiendas online incrementan la oportunidad de venta y, por lo tanto, de crecimiento del negocio. Sin embargo, el comercio electrónico también representa retos.
El ecommerce ante los nuevos hábitos de consumo
Para terminar de entender al ecommerce, qué es y cómo funciona, es necesario considerar que el comportamiento de los consumidores ha cambiado radicalmente. No solo porque ahora combinan el comercio tradicional con el digital, sino porque compran de manera más consciente.
De acuerdo con el E-commerce Market Credibility Study de Shopify, los consumidores están cuatro veces más dispuestos a comprar si una marca tiene valores sólidos. Y para el 77% es importante el impacto ambiental de sus adquisiciones.
De esta forma, aunque con la situación económica actual la cadena de suministro y los gastos de envío son un reto, la clave para triunfar en las ventas en línea es diferenciarse.
La competencia no está tanto en el precio como en la propuesta de marca. Por ello, la recomendación es invertir en la experiencia de los clientes, además de crear una comunidad que los haga regresar una y otra vez.
Artículo originalmente publicado en TecReview.