Negocios

Por Laura Brugés

9 Minutos

Publicado el 27/12/2022

¿Qué es la libertad financiera? ¿Cómo alcanzarla?

Nueva llamada a la acción

Levantarse cada mañana y saber que tus ingresos no están comprometidos para pagar deudas con bancos o con personas. Que lo que ganas te alcanza para tener el estilo de vida que deseas, además de poder ahorrar para distintas metas a corto, mediano y largo plazo. ¿Te suena? Aquí te explicamos qué es la libertad financiera.

Se dice fácil, pero para llegar a la libertad financiera se requiere todo un proceso y disciplina que no siempre todas las personas están dispuestas a seguir.

Entenderás que no necesitas ser millonario, sino que, con tu trabajo e ingreso actuales, puedes llegar a ese estilo de vida sin preocupaciones.

Incluso, si aprendes a tener libertad financiera ahora con el trabajo asalariado o independiente que tienes, con disciplina podrás aspirar a llegar a la fase superior de la libertad financiera, que es vivir de ingresos pasivos.

Es decir, que tu estilo de vida sea financiado con recursos que no provienen de largas horas de trabajo, sino que tu propio dinero y los activos que alcances acumular trabajarán para ti.

Qué es la libertad financiera, paso a paso

Te presentamos algunos principios para alcanzar la libertad financiera:

1. Tener plena conciencia de cuánto ganas

Saber cuánto ganas o a cuánto ascienden tus ingresos es el primer paso para llegar a la libertad financiera.

Esto puede ser complicado de calcular para alguien que trabaja como independiente o por su cuenta, porque sus ingresos son variables mes a mes por diversos factores y se puede complicar saber cuánto se gana.

Pero quienes trabajan como asalariados para una empresa, es decir, quienes reciben un monto fijo en su cuenta de nómina, también suelen tener problemas para saber en la práctica cuánto ganan, porque su nivel de gasto es tal que se les olvida que no deben sobrepasar ese límite de ingreso que tienen.

De hecho, el que gastes más de los que ganas en un mes es el principio básico para la ruina financiera.

Estarás acumulando cada vez más deudas que comprometerán más tus ingresos y, por tanto, llegará un momento en que no podrás cubrir siquiera tus gastos básicos.

Al llegar a ese punto, estarás en un nivel de estrés financiero y emocional que tu calidad de vida estará por los suelos.

Por eso, siempre ten claro cuánto ganas. Y una vez establecido ese límite, lo primero que debes entender es que tus gastos totales no deben sobrepasar ese límite. Así de sencillo. Esta decisión cambiará radicalmente tu vida.

Al tener claro cuáles son tus ingresos mensuales, debes elaborar un plan para gastar sin sobrepasar ese límite.

Este plan se llama presupuesto y refleja las necesidades y prioridades que tú tienes en cuanto a tu estilo de vida.

Pero, ¿cómo hago ese presupuesto? Te damos una serie de consejos para que puedas elaborarlo.

2.Tener ahorros

Aunque tú no lo creas, lo primero que debes ubicar al momento de hacer un presupuesto es establecer un monto mensual para ahorrar.

Sí, así como lo lees.

El principio es muy simple: primero debes determinar el monto que vas a ahorrar al mes y, luego, tienes que aprender a vivir con el resto de tu ingreso.

El ahorro es la acción más importante para alcanzar con mayor rapidez tu libertad financiera, porque te permite tener dinero para afrontar imprevistos y adquirir bienes o servicios caros sin necesidad de endeudarte.

También te permite juntar dinero para que puedas tener un buen retiro laboral.

Los gurús de las finanzas personales recomiendan que debes ahorrar entre 5 y 20 % de tus ingresos mensuales, por lo que debes aprender a vivir con el restante porcentaje para tus diferentes gastos.

Afirman que, si no estás habituado a ahorrar, es necesario comenzar con porcentajes pequeños de tu ingreso y una vez hayas internalizado el proceso y hayas visto tangiblemente sus beneficios, tú mismo tomarás la iniciativa de incrementar tu monto para ahorrar.

Para ahorrar de forma eficaz hay que aplicar el principio del “quítamelo que me lo gasto”, frase que hizo popular Sofía Macías, experta en finanzas personales, en su bestseller El Pequeño Cerdo Capitalista.

Para aplicar este principio, Macías recomienda que tengas domiciliado la parte de tu ingreso que vas a ahorrar hacia otra cuenta de ahorro o inversión, de tal manera que –automáticamente– se aparte ese dinero y que en tu cuenta bancaria se quede únicamente el monto que vas a ejercer en tus diferentes gastos.

Ahora, ¿para qué debo ahorrar? En primer lugar, es la base para trazarte metas.

¿Comprar un coche o una televisión inteligente?, ¿estudiar un posgrado?, ¿irte de vacaciones?, ¿tener un buen retiro?, ¿tener dinero para afrontar imprevistos?

Son las metas las que te mantienen motivado para que sacrifiques tu consumo presente, con el fin de destinar ese dinero para consumo futuro.

Es importante tener un fondo de emergencias.

Éste es –quizás– el fondo de ahorro más importante para alcanzar la libertad financiera.

Situaciones como el desempleo, una enfermedad o accidente, un viaje relámpago, entre muchos otros, tendrán menos impacto en tu vida financiera si tienes un fondo con el cual puedas cubrir esos gastos, sin tener necesidad de recurrir a pedir prestado.

Por eso los expertos recomiendan que en tu fondo de emergencia debes tener, cuando menos, el equivalente de tres meses de tu sueldo.

Incluso, hay quienes dicen que el mínimo ideal debe ser seis meses de ingresos.

Pero –como te darás cuenta– no es un fondo que se construya de la noche a la mañana, por lo que comenzar hoy mismo es totalmente necesario.

Debes destinar una parte de tu ahorro a este fondo.

Aún cuando llegues al mínimo que hayas trazado como meta (3 o 6 meses de tus ingresos), los expertos manifiestan que siempre será importante que sigas aportando una parte de tu ahorro a este fondo de emergencia.

¿Cuántos casos hemos conocido de personas que perdieron su empleo en esta pandemia y que todavía no encuentran uno?

Ante un escenario así, puede ser que lo que tengas en tu fondo de emergencias no sea suficiente, así que, entre más engordado tengas ese cochinito para afrontar imprevistos, mucho mejor.

Hay expertos dicen que es un fondo de ahorro de por vida.

Ahorra para tu retiro

Si comenzaste a trabajar después del 1 de julio de 1997, lamento decirte que la pensión para tu retiro no la pagará el gobierno, sino tú mismo de los ahorros que hayas acumulado a lo largo de tu vida laboral.

De ahí la importancia de que parte de nuestro ingreso actual se destine a alguna cuenta orientada al retiro, para que cuando lleguemos a esa etapa en que ya no podamos trabajar, podamos tener un ingreso que permita solventar nuestras necesidades.

Es ahorrar para darle una vida digna a ese “yo futuro” que algún día seremos, como dice el especialista en finanzas Moisés Pérez Peñaloza.

También, procura transferir o domiciliar con tu banco esta parte de tu ahorro para que se vaya a una Afore o algún otro instrumento orientado al retiro, como seguros o planes personales.

Ahorro para diferentes metas. Finalmente, agrega una caja de ahorro para diferentes metas que tengas como irte de paseo, comprar una televisión, un coche, una casa y demás bienes o servicios que sean de tu interés.

3. Organiza tu gasto

Una vez hayas destinado la parte de tu ingreso que destinarás al ahorro, ahora debes organizar el restante que podrás gastar.

Planifica tus gastos ineludibles fijos y variables

De acuerdo con Paulo Cantillo, economista y analista financiero de la sección Dinero del periódico Excélsior, los gastos ineludibles son aquellos que necesariamente tendrás que ejercer mes con mes y se dividen en dos: los fijos y los variables.

Los gastos ineludibles fijos son aquellos cuyo monto no cambia tan rápido y entran rubros como la renta o la hipoteca de tu hogar o servicios como el internet, telefonía fija o móvil.

Aquí puedes incluir servicios de streaming como Netflix o Spotify. Claro, en caso de que para ti sean indispensables.

Por su parte, el economista define los gastos ineludibles variables como aquellos montos en los que tampoco puedes dejar de gastar, pero los puedes ajustar mes con mes.

Aquí incluye gastos de subsistencia como la alimentación y el transporte. Son obligatorios, pero variables porque el monto a gastar en ellos va a depender de tus hábitos.

Por ejemplo, cocinar en casa para no gastar en desayunos, comidas o cenas de restaurantes; o comprar en lugares donde alimentos sean más baratos que en otros; o ir a restaurantes de precios más económicos, son acciones que puedes tomar al momento de alimentarte y no gastar tanto dinero en ello.

También ir al trabajo caminando o en bicicleta o en transporte público, en lugar de tomar taxi o transporte por aplicaciones (Uber, Didi, etc), son formas en las que puedes generar ahorros al momento de gastar en transporte, que es otro de los rubros ineludibles para las personas.

Agrega también que puedes racionar el consumo de la luz, el agua y el gas, por lo que también puedes generar ahorros en estos servicios ineludibles.

¡No olvides los seguros!

Un gasto fundamental para proteger el patrimonio familiar son los seguros.

Paulo Cantillo aconseja que los mínimos indispensables que toda familia debe tener son el seguro de vida, para proteger financieramente al hogar en caso de que fallezca el proveedor principal, y el seguro de gastos médicos mayores, para evitar la quiebra del hogar en caso de que ocurra una enfermedad o accidente de alto costo.

También hay otros seguros necesarios dependiendo de cada hogar. Por ejemplo, el del coche para quien tenga un vehículo o seguros para negocios para quien tenga aparatos caros de los cuales depende la empresa.

Averigua en el mercado si existe el seguro para eso que ya determinaste que es muy valioso para ti, seguro lo encontrarás. .

Organiza tus gastados variados

Paulo Cantillo sostiene que, una vez hecha la planeación, se debe incluir en el presupuesto rubros que sean importantes para tu calidad de vida como cines, restaurantes, paseos, conciertos, ropa, y demás gastos de los cuales no siempre tienes que ejercer obligatoriamente.

La fase superior de la libertad financiera

Los principios vistos hasta ahora de libertad financiera se aplican para un trabajador asalariado (depende de una empresa o patrón) o un trabajador independiente, ya que es una persona que destina buena parte de sus horas diarias a trabajar para generar su sustento.

Pero, hay un estado o fase superior que trasciende esta libertad financiera general y es cuando generas suficientes ingresos destinando muy pocas horas de tu día o semana para ganarlos.

Esto significa que tienes más tiempo libre para hacer las actividades que tanto te gustan.

Paulo Cantillo dice que ese objetivo se logra cuando has generado suficientes ahorros que puedes adquirir activos que generen ingresos pasivos, aquellos que llegan a ti sin necesidad de trabajar muchas horas.

Los ejemplos clásicos de ingresos pasivos son cuando tienes un inmueble y lo rentas, lo cual te da recursos sin necesidad de trabajar o cuando pones un monto importante de dinero en un fondo de inversión, que genera intereses y estos se convierten en tus ingresos mensuales.

Otro caso clásico de ingreso pasivo que nos cita el economista es cuando creas una obra que te da ingresos, no solo en el momento en que la realizas, sino que lo sigue haciendo a lo largo del tiempo.

Ejemplo de esto son los libros, que los escribes una vez, pero que te dan ingresos por mucho tiempo mientras se sigan vendiendo.

También están las canciones, obras de artes u otras creaciones, por las que cobrarías regalías.

También está el caso de sitios como Youtube o distintas redes sociales que por las reproducciones van generando ingresos a las personas a lo largo del tiempo.

Artículo originalmente publicado en TecReview.

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Escrito por

Laura Brugés
Reportera multimedia especializada en temas políticos y económicos. Creadora de contenido digital, en ocasiones conductora de espacios noticiosos y de opinión. Mi pasión, hacer videos y contar historias.

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