El liderazgo es fundamental para que haya eficiencia dentro del trabajo en equipo y la productividad, en cada oportunidad que se presente. Sin embargo, es primordial explorar nuevas modalidades de gerencia que permitan responder a las necesidades, tanto de cliente, como del negocio, sin perder el enfoque de quienes logren llevar a cabo el servicio o el producto, es decir, la logística. 

Con la situación del COVID-19, que aún persiste en estos días, es de suma importancia darle una nueva perspectiva a la forma de liderar, para afrontar este tipo de desafíos.

Es por eso, que para responder a las complejidades comerciales que existen en el 2021, las marcas han mostrado un fuerte interés por aquellos regentes que tengan cualidades más humanas, como estar orientados a la felicidad de las personas con las que trabajan, así como con sus usuarios.

¿Qué podemos hacer desde la empresa para contribuir en la productividad de cada equipo, con una herramienta como la felicidad? 

Diversas personas han llegado a la conclusión de que esta emoción es fundamental para manejar una marca, como un nuevo modelo para gestionar a las mismas.

Las empresas tradicionales requerían un estilo de liderazgo anclado al control y el miedo, con organizaciones muy jerarquizadas y perfiles de autoridad del estilo de “capataz”.

Las empresas emergentes requieren líderes empresariales con capacidad para desarrollar a sus equipos, generar confianza y contribuir al funcionamiento óptimo de sus miembros con un rol de coach .

Este tipo de organizaciones entiende, que quien lleve el mando debe ser una persona que deje crecer a los demás. Incluso, hay herramientas como la Inteligencia Artificial, que ayudan a lograrlo. Un ejemplo es Google Manager, enumera las características de este tipo de managers:

1. Ser un buen coach. Estar presente para lo que necesiten.

2. Dar poder al equipo y no microgestionar.

3. Crear un ambiente de equipo inclusivo, mostrando preocupación por el éxito y el bienestar.

4. Ser productivo y estar orientado a los resultados.

5. Ser un buen comunicador, escuchar y compartir información.

6. Apoyar al desarrollo de la carrera de otros y discutir el rendimiento.

7. Tener una visión estratégica clara para el equipo.

8. Tener conocimientos técnicos, que sean clave para asesorar al equipo.

9. Colaborar con Google para hacer las tareas más sencillas.

10. Saber tomar decisiones.

Esto nació a raíz de que el incremento de los niveles de bienestar subjetivo o felicidad aparece de forma cada vez más frecuente como un reto de los procesos de coaching, paradójicamente, el desarrollo económico alcanzado ha venido acompañado por altísimos índices en enfermedades mentales, como la depresión y la ansiedad.

Encaminando, también, a la psicología positiva. Esta coincide con la necesidad de nuevos planteamientos en el ámbito del comportamiento humano y aporta la novedad de aplicar el método científico para abordar distintos temas fundamentales, que buscan alcanzar la satisfacción, con la vida y la felicidad.

A su vez, no sólo abrió paso a las empresas emergentes, como ya vimos anteriormente, también lo hizo con el liderazgo y el coaching emergentes.

El liderazgo emergente se rodea por términos como el significado, la positividad, la resiliencia y el compromiso. Dando como resultado una consciencia de sí mismo y su entorno.

Por consiguiente, se ha desarrollado una nueva guía llamada, Modelo de Coaching Emergente FLOW. El planteamiento de esta es vincular coaching, liderazgo y florecimiento humano. Se basa en la evolución de modelos precedentes de otros expertos. Trata de conocerse a sí mismo, tener un enfoque positivo de las cosas, concretar los objetivos y medir su cumplimiento, y por último, buscar la mejora del bienestar y la felicidad en el trabajo y en la vida.

Los 4 puntos que toca son:

Encuéntrate a ti mismo. El líder coach se capacita en la utilización de herramientas que tendrán como objetivo aumentar el nivel de consciencia y autoconocimiento propio y del colaborador, potenciando las fortalezas individuales y colectivas.

Se darán instrumentos psicométricos y de medición para la generación de evidencia que favorezcan y aporten solidez al proceso de autoconocimiento.

Liderar positivamente. El líder coach conoce y practica distintas intervenciones positivas desarrolladas en el ámbito de la Psicología Positiva que facilitarán el pensamiento y el comportamiento positivo.

Estas se interpretan como emociones positivas que tienen diversas ventajas:

• Mejoran la salud física.

• Fomentan la confianza y la compasión.

• Promueven una mejor conexión social.

• Ayudan a aumentar la atención, la memoria, la consciencia.

• Compensan y/o amortiguan los síntomas depresivos.

• Ayudan a las personas a recuperarse del estrés.

• Pueden contrarrestar los efectos de las emociones negativas.

• Establecer retos ambiciosos.

• Disfrutar de los desafíos.

• Tener altos niveles de automotivación.

• Hacer los esfuerzos necesarios para alcanzar sus metas.

• Enfrentarse a los obstáculos.

• Ser perseverantes.

Alcanzar el bienestar. Se identifican desde un plano conceptual y también aplicando distintos elementos para convertirse en un líder coach que contribuye a generar bienestar en los ámbitos que participa.

Su meta es generar la capacidad de contribuir a alcanzar los objetivos de negocio y acrecentar el nivel de felicidad o florecimiento humano de los equipos, donde cada uno tenga sus propias virtudes y las use para eso.

Para finalizar, la felicidad no consiste en alcanzar una meta, sino en disfrutar del camino cuando vas hacia ella, siendo más flexibles con uno mismo y ser polivalentes para transformar la vida profesional de quienes practiquen este tipo de pensamiento. 

Fuente: Información de la conferencia Shared Experiences: reinventando el liderazgo con Satiago Vázquez Blanco y el Tecnológico de Monterrey.