Salud

Por Vicerrectoría Educación Continua y Posgrados

5 Minutos

Publicado el 21/04/2025

Seguridad alimentaria: claves para evaluar calidad en suplementos y alimentos

¿Cómo saber si un suplemento o alimento cumple con criterios de calidad? Conoce lo esencial para evaluar su composición, entender las regulaciones y tomar decisiones informadas como profesional de la salud.

En tu labor como profesional de la salud, sabes que la calidad de los alimentos y suplementos no solo impacta la nutrición, sino también la seguridad y bienestar de quienes los consumen. En un entorno cada vez más complejo, con acceso ilimitado a productos y recomendaciones en redes sociales, contar con criterios claros para evaluar lo que consumen tus pacientes es esencial. La seguridad alimentaria se ha convertido en un eje clave para garantizar tratamientos eficaces y cuidados nutricionales responsables. En esta nota, conocerás los elementos indispensables para identificar productos confiables y actuar con base en evidencia.

¿Qué es la salud alimentaria y por qué es importante?

La salud alimentaria es un concepto integral que va más allá del acceso a los alimentos. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la define como el estado en el que todas las personas tienen acceso físico, social y económico a alimentos seguros, nutritivos y en cantidad suficiente para satisfacer sus necesidades y preferencias alimenticias para una vida activa y saludable.

Desde tu rol como nutricionista o profesional de la salud, la importancia de la seguridad alimentaria radica no solo en prevenir enfermedades transmitidas por alimentos contaminados, sino también en promover un entorno confiable para la intervención nutricional. Un suplemento con ingredientes mal regulados o un alimento procesado sin controles de calidad pueden poner en riesgo todo un plan terapéutico.

Factores que afectan la seguridad alimentaria

Tal como se indica en el artículo “Toxicología alimentaria y su impacto en los alimentos” del medio especializado en ciencia de alimentos, The Food Tech, la seguridad alimentaria puede verse comprometida en distintas etapas de la cadena alimentaria, como la producción, almacenamiento, distribución y preparación de los alimentos. En cada una de estas fases pueden surgir factores de riesgo físicos, químicos o biológicos que afectan la inocuidad de lo que consumimos.

En la producción, es clave asegurar que los ingredientes sean manipulados bajo condiciones higiénicas y libres de sustancias tóxicas

Contaminantes como micotoxinas, metales pesados o residuos de pesticidas son generalmente las causas de la inseguridad alimentaria ya que pueden incorporarse en esta fase y pasar desapercibidos si no se cuenta con una trazabilidad rigurosa. En ese sentido, la toxicología alimentaria ha ganado relevancia como disciplina que evalúa los efectos adversos de estas sustancias sobre la salud, siendo clave para mitigar su impacto en la cadena alimentaria.

Durante el almacenamiento y distribución, mantener la cadena de frío, controlar la humedad y evitar la contaminación cruzada son medidas esenciales. Como se señala en otro artículo de The Food Tech, en plantas procesadoras, la falta de protocolos específicos de higiene puede derivar en brotes de infecciones transmitidas por alimentos, como salmonella o listeria. Por ello, implementar procedimientos de limpieza bien definidos y capacitar al personal en buenas prácticas de manufactura es indispensable para reducir riesgos.

En cuanto a la preparación, tanto en establecimientos como en el hogar, el manejo de alimentos debe contemplar normas básicas de higiene, como lavado de manos, separación de crudos y cocidos, y cocción a temperaturas seguras. La seguridad alimentaria empieza mucho antes de que un producto llegue al plato.

Normas y regulaciones para garantizar alimentos seguros

Evaluar la calidad de un suplemento o alimento no debe basarse únicamente en la etiqueta o en las promesas del marketing. Existen lineamientos sanitarios que te permiten identificar si un producto cumple con criterios confiables de inocuidad y efectividad.

En México, la COFEPRIS supervisa aspectos sanitarios de suplementos alimenticios y productos procesados, particularmente en lo relacionado con su composición, inocuidad y cumplimiento de normativas de etiquetado. Esta autoridad se asegura de que los productos no representen un riesgo para la salud y de que no se comercialicen con propiedades curativas no comprobadas.

Por otro lado, la PROFECO se encarga de vigilar que la información comercial del etiquetado sea clara, veraz y útil para el consumidor. Esto incluye la presencia obligatoria de los sellos frontales de advertencia, como “exceso de azúcares” o “exceso de sodio”, establecidos en la NOM-051-SCFI/SSA1-2010, que regula el etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados.

A nivel internacional, organismos como la FDA en Estados Unidos y la EFSA en Europa marcan estándares rigurosos para alimentos y suplementos. Sus evaluaciones científicas y criterios regulatorios son una referencia útil para validar la calidad de un producto antes de recomendarlo o incorporarlo a un plan nutricional.

Estos organismos reguladores, entonces, son una herramienta fundamental tanto para profesionales de la salud como para el público en general. Gracias a sus lineamientos, es posible acceder a información técnica confiable que debe estar visible en el etiquetado de los productos, como su contenido energético, ingredientes, fecha de caducidad, número de lote y advertencias sanitarias.

De tal modo, a manera de ejemplo, si estás frente a un suplemento de omega 3 que declara “grado farmacéutico”, este debió haber contado con pruebas de pureza y seguridad que respalden su calidad, por lo que su recomendación y consumo deberían ser certeros. Aun así, como profesional de la salud, siempre puedes investigar más sobre el producto para constatar la información. 

Asimismo, si revisas un alimento procesado que incluye uno o varios sellos frontales, puedes tomar esa información como un criterio adicional para decidir si es adecuado dentro del plan nutricional de tus pacientes.

La calidad como responsabilidad compartida

Evaluar la calidad de suplementos y alimentos es una tarea que requiere conocimiento técnico, pensamiento crítico y compromiso ético. Como profesional de la salud, tu influencia va más allá de una consulta: también educas, orientas y proteges.

Estar al día con las normativas, saber cómo identificar productos riesgosos y promover una cultura de seguridad alimentaria es parte de tu impacto en la salud pública. No se trata solo de evitar enfermedades, sino de empoderar a tus pacientes con información confiable. 

Escrito por

Vicerrectoría Educación Continua y Posgrados

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