El horizonte de las crisis que hemos estado viviendo en los niveles políticos, económicos, sociales, tecnológicos, ecológicos y legales se debe considerar como una línea temporal, la cual ha provocado la necesidad de definir el tiempo y los impactos que estas crisis han afectado y afectarán al negocio inmobiliario, ya sea habitacional, comercial o industrial.
Como bien sabemos estas turbulencias de los últimos períodos, se han presentado para el sector inmobiliario desde el 2018, y, por supuesto, llegaron a niveles insospechados a partir del Covid-19; por lo tanto, se debió planear y actuar de acuerdo con los cambios y condiciones que se fueron presentado en todos los mercados.
En los desarrollos inmobiliarios, fundamentalmente, participan inversionistas, aportadores de terreno, constructores, mercadólogos y comercializadores que tienen que modificar y actualizar el plan estratégico y de negocio, proponiendo innovadoras ideas que tienen como propósito satisfacer las nuevas y demandantes expectativas de su mercado, así como los de la organización.
Varias empresas inmobiliarias que, sorprendentemente, en lo que va del 2020, han tenido resultados de crecimiento en su comercialización y sus márgenes, en comparación al 2019, demostrando que con propuestas novedosas y diferenciadoras se puede cubrir la sustentabilidad de los proyectos inmobiliarios.
¿Cuáles son las propuestas fundamentales para romper los paradigmas e identificar el rumbo apropiado del negocio inmobiliario a corto y mediano plazo?
1. Construir un modelo de negocio innovador identificando al mercado wp:post_meta específico y proponiendo los valores que actualmente busca el cliente-usuario para cubrir sus necesidades, expectativas, deseos y temores aplicando variables de alto impacto y competitividad.
2. Desarrollar un plan de marketing y comercialización novedoso que cubra y actualice la promoción y comunicación, en base a estrategias y tácticas diferenciadoras a la competencia directa e indirecta.
3. Identificar y aplicar las estrategias fiscales y legales pertinentes al negocio, que permita al desarrollador inmobiliario trabajar sin contingencias en sus decisiones y aplicaciones para estos temas y regulaciones, que bien sabemos afectan, continuamente, a la sustentabilidad del negocio.
4. Estructurar y construir el modelo financiero actualizado, sobre todas las variables y los indicadores económico-financieros que los mercados van presentando a corto y mediano plazo, estableciendo y alcanzando los retornos de inversión adecuados y aceptables para el inversionista y el propio negocio inmobiliario.
Si se trabaja en estas perspectivas fundamentales, el desarrollador inmobiliario podrá hacer una planeación y evaluación estratégica, novedosa, diferenciadora, con ventajas competitivas e innovación sustentable en todo proyecto, que quizá siempre se han tomado en cuenta, pero que hoy en día es indispensable actualizar y aplicar, debido a que son los requerimientos que se buscan e impactan en la demanda de los sectores habitacionales, comerciales e industriales.
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