No hay atajos, si quieres ser un líder excepcional debes trabajar arduamente. ¿El primer paso? Conocerte a ti mismo.
Sí, un requisito indispensable para perfeccionar tus habilidades de liderazgo es la introspección; después de todo, un líder hace las preguntas difíciles, pero ¿cómo las harás a alguien más si tú mismo no las has respondido?
Antes que nada, analiza tus fortalezas y debilidades; éstas últimas pueden ser incómodas, pero definitivamente serán los insights que más te ayudarán a mejorar. Recuerda, enfoca este ejercicio en el reconocimiento y autoconocimiento, no en el reclamo.
La introspección te permitirá tener más claridad sobre tu estilo de liderazgo para identificar en cuál categoría entras y qué acciones tomar para mejorar.
Bill Taylor, cofundador de Fast Company Magazine y autor de tres importantes libros sobre liderazgo, propuso los siguientes estilos de liderazgo, ¿con cuál te identificas?
El emprendedor clásico
Valor clave: Ambición
Este tipo de liderazgo es fácil de reconocer y en las películas abundan personajes con estas características, seguramente los identificas; son personas ambiciosas que disfrutan la emoción de la competencia y que siempre tienen en su mente la palabra “éxito”. Trabajan con datos duros, buscando analizar toda situación en términos de costos, calidad, márgenes de ganancia, cálculos precisos y rendimientos financieros.
Aunque se preocupan “por los valores que representa su compañía, lo que más importa es la propuesta de valor en dólares y centavos”, de acuerdo con Bill Taylor.
Servicial moderno
Valor clave: Altruismo
Este tipo de líderes tienen una idea de “éxito” diferente, para ellos no se trata de ganancias monetarias, sino de construir algo original y significativo. Quieren hacer una diferencia en el mundo, por lo que su empresa se convierte en una causa que defienden, anteponiendo sus valores al valor económico.
Estos líderes “pueden asumir riesgos que los empresarios clásicos no tomarían, incluso si los rendimientos a corto plazo no son evidentes, o pueden rechazar acuerdos que otros podrían aceptar, porque los pagos financieros no son tan importantes como el impacto más amplio que tienen”.
Hay espacio para ideas que, aunque no se apegan a los criterios tradicionales de negocios, pueden ser un rotundo éxito.
El solucionador de problemas
Valor clave: Autonomía
Este líder hace que las cosas sucedan y siempre es el primero en identificar problemas para proponer soluciones. Antes que buscar respuestas en nuevas tecnologías, analiza su propia experiencia para saber cómo proceder. De hecho, ésto es lo que más valora, todos los insights que ha adquirido a lo largo de su carrera los cuales usará para evaluar cualquier nueva situación.
Sobre esto, Bill Taylor menciona que “la paradoja de la experiencia es uno de los riesgos laborales más peligrosos para los líderes. A menudo, cuanto más tiempo trabajas y tienes éxito en un campo, más difícil puede ser ver nuevos patrones, nuevas perspectivas, nuevas posibilidades. Sin pretenderlo, los líderes realizados pueden dejar que lo que saben limite lo que pueden imaginar”.
El buscador de soluciones
Valor clave: Humildad
Este tipo de líder tiene un nombre parecido al anterior, pero una gran diferencia: cree en las aportaciones que otras personas pueden hacer dentro de la organización. Así, más que liderar de manera individual las estrategias en la empresa, está abierto a las observaciones de sus colegas y en eso basa sus decisiones.
Su liderazgo se basa en la cooperación y, aunque se hace responsable de los éxitos y tropiezos de la organización, sabe que fue responsabilidad de todos llegar a cualquiera de estos puntos.
Muy bien, ahora sí, ¿cuál de estos estilos de liderazgo es el mejor?
De acuerdo a expertos como Bernd Vogel, profesor de liderazgo y director del Centro de Liderazgo de Henley en la Escuela de Negocios de Henley, liderar con humildad es más efectivo. Esto no quiere decir que el resto de los líderes sean malos, solamente es una invitación para incorporar este valor a su propio estilo de liderazgo.
¿Por qué la humildad es tan importante? El Dr. Robert Hogan, fundador y presidente de Hogan Assessments, comenta que “investigaciones sustanciales muestran que la humildad predice un liderazgo efectivo. La humildad se asocia con minimizar las diferencias de estado, escuchar a los subordinados, solicitar comentarios, admitir errores y estar dispuesto a cambiar de rumbo cuando parece que un plan no funciona”.
Hay maneras en que puedes incorporar la humildad en tu estilo de liderazgo:
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Sé curioso y aprende de tus colegas.
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Pide retroalimentación, es una fuente invaluable para mejorar.
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Reconoce tus errores. Nadie quiere a un líder perfecto que nunca se equivoque, pero sí a un líder responsable de sus acciones.
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No tienes que tener todas las respuestas, pero sí la iniciativa de preguntar y preguntar.
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Practica coherencia y nunca le pidas a nadie hacer algo que tú no estarías dispuesto a hacer.
Un líder siempre tiene espacio para crecer y está constantemente perfeccionando sus habilidades. En el Tec sabemos esto, por lo que te ofrecemos programas de liderazgo enfocados a potencializar tus fortalezas y a aprovechar tus áreas de oportunidad.
*Con información de Ascend from Harvard Business Review y Forbes.
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