La educación ha dejado de ser un proceso de enseñanza-aprendizaje que se distingue por ser rígido y con un enfoque en incentivar la memorización de conocimientos en las y los alumnos.
Hoy en día, por el contrario, existe una mayor apertura a los cambios con el fin de garantizar que los estudiantes, fuera de aprender sólo porque sí, comprendan los temas que se abordan en clase y sean capaces de aplicarlos para conducirse con éxito en su posterior o vigente vida laboral, al igual que en su vida personal.
Para lograrlo, la educación se ha valido de distintas metodologías y herramientas, de las cuales aquellas centradas en el desarrollo de habilidades individuales y colectivas, además de la integración de nuevas tecnologías, son las principales.
Si bien estas metodologías y herramientas pueden ser diferentes dependiendo del nivel educativo en el que se implementan, enseguida se citan algunas de las aplicables a todos los niveles que están marcando tendencia y que continuarán creciendo en los próximos años.
Aula y aprendizaje colaborativos
Implementación de metodologías formativas como upskilling y reskilling
Énfasis en el desarrollo de habilidades blandas
Aula y aprendizaje colaborativos
Los espacios en el aula empiezan a ser diseñados para facilitar y armonizar la interacción entre docentes y alumnos, pero, sobre todo, entre alumnos. Para lograrlo, en el caso del aula física, se opta por crear áreas abiertas, equipadas con inmobiliario cómodo, en las que las personas puedan desplazarse y convivir con libertad. Mientras que en el aula virtual se integran “salas” en donde los estudiantes pueden reunirse para conversar.
Esta reestructuración del espacio ofrece el escenario ideal para dar pie a una metodología también en tendencia que es el aprendizaje colaborativo, cuyo fin es que los alumnos, trabajando en equipos elegidos por ellos mismos, analicen problemáticas y lleguen a conclusiones conjuntas para resolverlas.
Implementación de metodologías formativas como upskilling y reskilling
Garantizar y/o fortalecer el desarrollo de habilidades que permitan a los alumnos ser competitivos en sus respectivas áreas de especialidad es una meta cada vez más importante en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por tal razón, implementar metodologías formativas como upskilling y reskilling está tomando gran relevancia. La primera porque su función es capacitar a los estudiantes en habilidades concretas que les sean útiles para desempeñarse en las profesiones que van a ejercer o que ya ejercen. Y la segunda porque prepara al alumnado en habilidades tangenciales a sus áreas de especialidad, pero que pueden contribuir a su crecimiento laboral y personal.
Realidad virtual y metaverso
El uso de la tecnología en la educación avanza a gran velocidad pues, entre muchos otros beneficios, está contribuyendo a hacer más enriquecedora la experiencia de aprendizaje.
Una de las más recientes innovaciones tecnológicas que inicia a incluirse en la educación con el fin de fortalecer la formación de los estudiantes es la realidad virtual. Su valor se encuentra en que sus entornos simulados por ordenador, los cuales pueden verse a través de unos lentes especiales, permiten a los alumnos conocer de cerca fenómenos o situaciones que analicen en clase, sin necesidad de estar físicamente en donde estos ocurren.
Pero, quizá, una innovación que dará un paso aún más extraordinario en los procesos educativos es el aún incipiente desarrollo del metaverso, aquel mundo virtual al que tendremos acceso usando una serie de dispositivos que nos harán pensar que realmente estamos en él, interactuando con todos sus elementos.
En el proceso de enseñanza-aprendizaje el metaverso podría ser de una valía incomparable, ya que los alumnos incidirán directamente en dicho mundo alterno, poniendo a prueba y perfeccionando tanto los conocimientos como las habilidades que han desarrollado en sus clases.
Aprendizaje adaptativo
El aprendizaje adaptativo es otro camino que comienza a adoptarse en la educación y que, con seguridad, se afianzará en el futuro conforme se descubran nuevas maneras en que las herramientas tecnológicas puedan ser útiles para mejorarla.
Dicho camino consiste en una metodología que individualiza las estrategias de enseñanza-aprendizaje de acuerdo con las necesidades y preferencias de los alumnos.
Para alcanzar esa personalización, se utilizan herramientas tales como el análisis de datos (o big data) que permitan a los docentes determinar las fortalezas y áreas de oportunidad de cada uno de sus estudiantes, para así implementar un plan de acción que les ayude a potencializar las primeras y a mejorar las segundas.
Esta metodología, entonces, se aplica principalmente en entornos virtuales de aprendizaje, o bien, en aquellos en donde sea posible a las maestras y los maestros la recopilación digital de datos relacionados con el proceso educativo de su alumnado y su respectivo análisis.
Inteligencia artificial
Emular la inteligencia humana a través de algoritmos y sistemas especializados, lo cual permita facilitar y/o mejorar procesos que realizamos en nuestro día a día, es el fin de la inteligencia artificial (IA), una rama de las ciencias computacionales que comienza a demostrar un potencial de alcances aún incalculables.
Si bien la trayectoria hacia esa imitación ha sido sinuosa, ésta cada vez es más exacta y aplicable en todos los aspectos de la vida de quienes habitamos en el planeta Tierra.
El sector educativo es una de las áreas en donde la inteligencia artificial está haciendo acto de presencia, pues varias plataformas virtuales que funcionan con tecnología de IA, se están empleando como herramientas de apoyo en la formación de los alumnos.
De esta manera, plataformas como ChatGPT, Bard, Llama 2 o Claude que responden a preguntas específicas de sus usuarios utilizando IA, las usan los docentes, por ejemplo, para crear guías de planes de estudio o temáticas para abordar en clase; mientras que los estudiantes las utilizan para desarrollar esquemas de trabajos de investigación, ensayos, presentaciones, entre muchas otras actividades.
Énfasis en el desarrollo de habilidades blandas
Garantizar el desarrollo de habilidades blandas (conocidas popularmente por su traducción al inglés, soft skills) también se está convirtiendo en una prioridad en la educación. Esto se debe a que se ha comprobado que son esenciales para que los alumnos sean más capaces de enfrentar los desafíos del mundo actual.
Ejemplos de estas habilidades son liderazgo, comunicación efectiva, trabajo en equipo, empatía, proactividad, resolución de problemas, entre muchas otras que, en conjunto, brindan a quienes las poseen una ventaja competitiva en el mundo académico y laboral, y una mayor tranquilidad en el aspecto personal.
Dentro de la misma línea, inicia a presentarse un énfasis en compartir técnicas con los estudiantes que los ayuden a identificar, manejar y regular sus emociones, a través del aprendizaje socioemocional. Esto con el propósito de que puedan conducirse de la mejor manera ante cualquier circunstancia positiva o negativa por la que atraviesen en la vida.
Abordaje de la inclusión
A lo largo de la historia, el incesante trabajo de muchas personas en pro de la defensa de los derechos de distintos grupos minoritarios alrededor del mundo ha ocasionado que hoy contemos con sociedades más abiertas a las diferencias.
Si bien aún nos encontramos lejos de afirmar que todos los seres humanos hemos logrado respetar las diferencias de los demás, la educación está apostando por que dicha tendencia continúe y se fortalezca.
Para ello, en el aula se abre espacio para analizar temas relacionados con la tolerancia, respeto, igualdad y justicia, con el objetivo de concientizar a los estudiantes sobre la relevancia de aplicarlos en sus respectivos caminos académicos, profesionales y personales.
Conclusión
Como se señaló al principio, estas son tan solo algunas de las tendencias que están revolucionado la educación en todos los niveles y que prometen tener alcances todavía más relevantes en el mediano y largo plazo.
El factor común que ellas comparten es que se enfocan en brindar la mayor cantidad de habilidades posibles a los alumnos para que tomen las mejores decisiones, no solo en sus trayectorias profesionales sino también en las personales. Y para ello, están valiéndose de distintas herramientas tecnológicas que facilitan o contribuyen al logro de esa compleja y multifactorial meta.