Liderazgo

Por ITESM

8 Minutos

Publicado el 9/08/2019

Aprende a llevar conversaciones difíciles para ser un mejor líder

Nueva llamada a la acción

“Los grandes líderes son casi siempre grandes simplificadores. Pueden interrumpir cualquier argumento, debate y duda y ofrecer una solución que todos puedan entender”. - Colin Powell, ex Secretario de Estado de Estados Unidos. 

 

¿Cómo es un líder? Un líder es aquel que guía, enseña y apoya a quienes le rodean. También, es aquel quien se encarga de manejar los problemas que puedan surgir en su empresa, y sobretodo llevar a cabo esas conversaciones difíciles de las que todo el mundo prefiere huir.

 

Hay ocasiones en que no sabemos cómo iniciar una conversación.

Ya sea porque sentimos miedo, presión o estrés, no nos atrevemos a tener ciertas conversaciones en nuestro trabajo. Podemos pensar que queremos transmitir o quizás tratar con algún empleado sobre su trabajo y nos preocupa dañar la relación que tenemos

 

La realidad es que, aunque no nos guste, tenemos que cambiar patrones difíciles que nos hacen sentir incómodos y aprender a comunicarnos de una manera en la que las personas a nuestro alrededor confíen en nosotros y sientan sinceridad. 

 

La idea para lograrlo es buscar el lado positivo de lo que vamos a tratar con la otra persona, respirar profundo y pensar detenidamente qué vamos a conversar

 

En esta breve nota te daremos algunos útiles consejos sobre cómo manejar conversaciones difíciles en tu trabajo, que seguro te serán de ayuda en tu día a día. 

 

Mantén la calma

 

Sí, suena complicado, pero es la mejor forma de iniciar una conversación, ya que de esta manera podrás tener una plática mucho más clara y llevadera. Algo muy importante que deberás tomar en cuenta es modular tu tono de voz, trata de sonar lo más natural posible. 

 

Otra cosa que deberás recordar, es que cada charla y cada persona es diferente. Dicho esto, tendrás que estar consciente de que la forma en la que te dirijas a alguien será diferente, quizás algunos se visualicen las cosas de distinta manera, etc. 

 

Ahora imagina el siguiente ejemplo: uno de tus empleados llega tarde a las reuniones de equipo y eso te tiene desesperado, ¿qué hacer al respecto? Una buena forma de hacerle ver su error y obtener una solución es diciéndole con calma lo que piensas, explicarle la importancia del horario de juntas y que le agradecerías su cooperación llegando temprano. 

Dos personas hablando en el trabajo

 

Genera confianza

 

«La confianza es complicada de construir en un mensaje difícil. Ayuda recordar que la confianza empieza por uno mismo, para generar confianza debes confiar primero en la otra persona.» Revista Forbes

 

Quizás te suene extraña la idea de generar confianza, pero es clave para mantener una conversación equilibrada y estar en buenos términos con las demás personas. Una persona que se siente cómoda se abrirá contigo, la clave está en saber ponerte en el lugar del otro y promover empatía. 

 

¿Cómo hacerlo? Un ejemplo sería abrirte un poco y hacerle saber a la otra persona que si necesita algo tú estás para ayudarle, eso que se sienta apoyado y baje un poco la guardia. Si quieres que otros confíen en ti deberás proyectar integridad, sencillez y sobretodo ser directo.

 

Si eres directo podrás poner las cartas sobre la mesa de una manera en la que expliques con claridad y des a conocer tu mensaje principal. Lo mejor es siempre hablar las cosas desde un principio.

 

Planea tus argumentos

 

«Y aunque no hay guiones perfectos que puedas usar, tener algunas pistas de lenguaje a la mano puede ayudarte a deshacerte de los egos y a enfocar la conversación de tal manera que sea útil para ambos.» Revista Entrepreneur.

 

Sabemos que al enfrentarnos a un punto de vista diferente al nuestro, muchas veces estamos a la defensiva o con miedo; no sabemos qué va a pasar ni cómo van a reaccionar los demás. Lo principal en estos casos es planear lo que vas a decir, así suene algo tedioso es la mejor opción. 

 

Un ejercicio que podría servirte sería anotar los puntos principales de tu conversación, leerlos una vez que hayas terminado y analizar si eso es realmente lo que quieres proyectar en los demás o quizás te esté faltando algún punto importante. Este ejercicio te ayudará a ver aquello que quisieras resaltar y que temas definitivamente no deseas tocar.

 

Ten delicadeza 

 

Tal vez lo que vayas a mencionar no va a ser muy agradable para tu empleado, y sabemos que para ti tampoco lo será, pero es necesario que tomes valor y lo transmitas, la pregunta es ¿cómo? Un ingrediente principal a la hora de dar retroalimentación o una mala noticia es la delicadeza. 

 

Imagínate que estás revisando la presentación de alguien de tu equipo y encuentras varios errores que no puedes pasar por alto, ¿qué hacer al respecto? Pues aunque sientas un poco de desesperación es importante que lo menciones.

 

Una manera eficaz al momento de dar retroalimentación es iniciar con una pregunta como: ¿Puedes revisar la página 5 y 6 de la presentación? De esta manera la persona podrá revisar de nuevo la información y ver como una invitación el hecho de revisar su trabajo. 

 

Dos compañeras de trabajo teniendo una conversación

 

Sé firme

 

La firmeza es algo que siempre te tiene que acompañar a la hora de tener una conversación seria con alguien más. Seguro te preguntarás, ¿por qué? Bueno pues porque entre más firme y seguro te muestres ante los demás más fácil te escucharán. Esto te servirá para aclarar tu mente y poder promover nuevas ideas. Por ejemplo: un empleado te pide faltar varias veces y deja trabajo sin terminar, ¿qué harías? Es importante que tus palabras sean firmes y directas, con respeto, pero transmitiendo el mensaje correctamente.

 

Para finalizar, es importante destacar que en todos los trabajos van a existir situaciones que estén fuera de nuestro alcance, tendremos que aprender a convivir y a encontrar las mejores soluciones de comunicación con nuestros colegas.

 

Como jefe y líder de un equipo muchas veces es complicado enfrentarse a conversaciones incómodas, complicadas y es difícil definir cómo comunicarse de la manera más amable y sin dañar los sentimientos de otros, aunque esto a veces puede ser inevitable. Las conversaciones difíciles muchas veces están compuestas de inseguridades y malos entendidos, justamente eso es lo que se trata de evitar, para poder llegar a acuerdos y soluciones.

 

Hay que tomar en cuenta que a quienes nos vamos a dirigir quizás se muestren a la defensiva o no contar con la más mínima idea de nada y tomar un consejo con sorpresa o incluso coraje; la verdad es que es un misterio tratar de adivinar cómo va a reaccionar otra persona. Lo importante es saber manejar la conversación, mantener la calma y tener mucha paciencia.

 

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Fuentes: entrepreneur , entrepreneur, fastcompany, forbes 

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ITESM

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