Construir una buena reputación toma 20 años, arruinarla, puede tomar cinco minutos. Y eso aplica lo mismo para personas, empresas e instituciones.
La buena reputación de una compañía se construye a partir de la conducta ética y el cumplimiento corporativo. Ambas cosas van de la mano.
La primera para crear una cultura organizacional que fomente el respeto y el crecimiento y la segunda para garantizar que empleados o asociados cumplan con prácticas y acuerdos internos.
“La ética y responsabilidad del compliance no solo recae en una persona, sino en toda una organización, pero sí mantiene un responsable que es quien determina y vigila que todo lo que se dice se cumpla, con base en sus lineamientos”, explicó Fernando Cevallos, coordinador de la certificación en Ética y Cumplimiento Internacional.
La adecuada gestión de los intangibles, un nuevo modelo de negocios que genera valor social a través de la valoración de la marca, comunicación, transparencia y confianza, es clave para poder competir en la economía de la reputación de las organizaciones.
De acuerdo con el Reputation Leader Study del Reputation Institute, el 83% de las empresas consideran que compiten en la economía de la reputación.
Y para darle formalidad a esta serie de valores que identifican a la empresa, es necesario crear un código de ética que dé transparencia a los objetivos de la compañía.
Es importante que en la creación de este código de ética se incluya a todos los que tendrán que convivir con él, en especial los líderes de la empresa, alta gerencia, ya que serán los abanderados de los mismos.
Además, contar con la asesoría de un experto en el tema, ayuda para que las ideas sean expresadas con claridad, pues lo más recomendable es que el texto sea breve, claro, fácil de entender y recordar.
El encargado de esa área debe ser una persona capaz de liderar y ser independiente, porque de esta manera podrá ejercer las acciones necesarias en alguna situación.
“Este factor de independencia es fundamental para poder reportar al nivel más alto de la organización y hacer cumplir la ética de la empresa”, detalló Cevallos.
Los encargados del cumplimiento de estas normas deben conocer las tendencias internacionales del rubro, tener la ética organizacional como eje rector en la toma de decisiones, adaptarse a las nuevas habilidades para promover una cultura de integridad, y estar al tanto de las tendencias aplicadas en proyectos de compliance.
Todo un reto para el que hay que estar preparados.
Saber más, para actuar mejor
El cumplimiento normativo es una parte fundamental de las líneas de defensa de una empresa.
Es aquello que garantiza que todos los niveles de una compañía tengan un ejercicio, no sólo legítimo, sino éticamente correcto.
Además, formaliza la presencia diferenciadora de la compañía en la industria, aumenta la lealtad de los empleados, el interés de las audiencias y el amparo del capital intelectual.
Pero sobre todo, las buenas prácticas dentro del área de cumplimiento previenen y evitan conflictos.
Se ha demostrado que los empleados están más comprometidos cuando trabajan en compañías con buena reputación.
El buen prestigio trae consigo muchas ventajas importantes:
1. Crecimiento económico
Existe una relación directa proporcional entre el valor bursátil y la reputación. Cuanto mejor es la reputación de la empresa, mayor es el valor de sus acciones.
2. El valor comercial de los productos
La reputación permite diferenciarse de otras empresas. De esa manera, los clientes permanecen fieles, elevando el valor económico del capital simbólico que la compañía.
El valor real de las marcas reside en las mentes de los consumidores, es decir, cuánto pagan por ese producto.
3. La capacidad para combatir las crisis
La reputación juega un papel importante en relación con el valor agregado de mercado, calificándolo positivamente sin tener en cuenta la rentabilidad y el capital.
En consecuencia, la reputación corporativa forma parte de los cimientos de este nuevo concepto de liderazgo.
Es por eso que en la actualidad, el compliance es una de las cuestiones más novedosas a incorporar en las estrategias de gestión y visión de cualquier organización.
Y para lograr su objetivo debe tener claras las políticas y los procedimientos internos, además de conocer las mejores prácticas de los aspectos regulatorios en otros países amplía las posibilidades de éxito.
Liderar con ética para afrontar las crisis
El crecimiento de una empresa no depende solo de tener finanzas saludables y un buen plan empresarial enfocado a las metas y a la resolución de conflictos, también depende de la cultura organizacional.
Un negocio que se comunica internamente con ética, muy probablemente proyectará esa imagen en la comunidad de negocios.
Es por eso que la ética de la empresa en elemento que se está convirtiendo en un activo necesario e indiscutible, ya sea por obligación o por convicción.
Las empresas buscan cada vez promover una cultura más solidaria, justa y humana.
Cada vez son más las compañías que entienden que fomentar los valores éticos entre los trabajadores, es una fuente potencial de riqueza, ya que las sinergias y mejoras en este campo logran la optimización de recursos y, como consecuencia, mejores beneficios económicos.
Pero además, la ética organizacional es una pieza clave para la toma de decisiones en situaciones de riesgo para la empresa.
“Hoy por hoy estamos viviendo en un mundo competitivo y un mundo en el que tienes que tener todas las herramientas actualizadas y en un mundo donde no puedes ir solo, si no que tienes que ir con una comunidad que te respalde y una institución como el TEC de Monterrey, esos son los principales motivos que se deben pensar al decir cómo me actualizo, cómo estoy yo siendo parte de una comunidad y cómo esta comunidad contribuye conmigo”, refirió Fernando Cevallos, coordinador de la certificación en Ética y Cumplimiento Internacional.
La investigadora Joanne B. Ciulla ha dicho que la ética se encuentra en el
corazón del liderazgo.
Los líderes juegan un rol clave para construir lugares de trabajo éticos, debido a que influyen de manera directa en la cultura formal e informal de las organizaciones.
Y es que las organizaciones se benefician cuando en ellas existen líderes éticos, impactando en la confianza organizacional.
Líderes que puedan actuar en crisis y lograr que los colaboradores participen de la solución.
Si hay un líder ético, los trabajadores confían y en reciprocidad, dan más de sí mismos, y su disposición para comprometerse ante las acciones organizacionales de manera voluntaria crece.
El compliance, más que un “boom” corporativo
Hoy vivimos un verdadero "boom" de compliance.
Hace algunos años, nadie se habría imaginado la importancia que esta herramienta tendría en las empresas.
Y es que la disipación regulatoria de los mercados nos ha orillado a adoptar nuevas estructuras en nuestros negocios.
Si antes la vida comercial se regía por un código de comercio y dos o tres tratados internacionales, hoy las fuentes de regulación del comercio son sumamente abundantes y sistémicamente complejas, tanto como lo es la actividad misma.
Tanta es la importancia del cumplimiento normativo que muchas compañías asignan un presupuesto especial para estas áreas e incluso contratan asesores para que los ayuden con estas tareas.
En tiempos cada vez más retadores, sabemos que no es suficiente contar solamente con un área legal.
El compliance introduce un elemento ético.
Muchas empresas operan de forma legal y cumplen con las normas de su sector, pero eso no quiere decir que su acción sea ética. El compliance ayuda a conciliar estas dos esferas.
La existencia de este cargo no debe ser un elemento accesorio en las empresas, sino más bien una garantía absoluta de que desde el punto de vista legal y ético se están haciendo bien las cosas y que, por tanto, el negocio no corre riesgo de sanciones.
La implementación de proyectos de compliance es definitivamente una de las claves para la eficacia de la empresa, pues este cargo o área podrá influir en todos los niveles corporativos, desde el más bajo hasta el más alto.
De hecho, algunos directores de empresa creen que parte del éxito de esta figura está en crear una cultura interna sobre la labor del compliance y que todos los miembros de una empresa lo asuman como propia.
Nueva normalidad, nuevos retos
Ser el encargado del cumplimiento normativo de una empresa en tiempos de la “nueva normalidad” requiere también nuevas habilidades.
“La más importante y que debe estar desarrollada por completo, es la habilidad de comunicación y cómo ser tan gentil que los demás sean más responsables y cada uno llevar a cabo lo que le corresponde”, explicó Fernando Cevallos, coordinador de la certificación en Ética y Cumplimiento Internacional.
Y es ahí donde la comunicación y empatía a través de plataformas electrónicas se tienen que desarrollar.
Una encuesta realizada por accessperks.com reveló que las empresas con una buena comunicación interna son 4 veces más propensas a tener altos niveles de compromiso interno.
Además, la productividad en organizaciones con empleados conectados mejora de un 20-25%.
Así que no es sorpresa que las empresas estén apostando a tener personal altamente capacitado en esas áreas.
¿Pero qué elementos son vitales para un oficial de compliance productivo?
De acuerdo con Lyubomir Modev, oficial de cumplimiento para la región EMEA, todo profesional del cumpliento debe tener un amplio conocimiento técnico y una perspicacia comercial.
Pero además, están estas 5 habilidades esenciales que le agregan un máximo valor a las organizaciones:
1. Valor
No tener miedo de hacer preguntas difíciles, poner problemas (y soluciones) sobre la mesa, entrar en conflicto y decir las verdades dolorosas que otros puedan estar evitando.
2. Integridad y honestidad
Debe proporcionar un liderazgo ético y vivir de acuerdo con los valores de la organización cada día de su vida profesional.
3. Habilidades de diplomacia y negociación
Constantemente se encuentra en conversaciones difíciles como: qué procesos necesita cambiar la organización para mitigar los riesgos, qué medidas disciplinarias se deben tomar después de un incidente de cumplimiento; lograr resolver estas conversaciones a través de escenarios ganar / ganar es esencial para tener éxito en la profesión.
4. Gestión de riesgos
Un buen conocimiento sobre la gestión de riesgos será fundamental para el éxito de su encomienda, ya que proporciona asesoramiento para evitar, aceptar, mitigar o transferir el riesgo y para hacerlo necesita una comprensión adecuada del tema.
5. Liderazgo
Probablemente esta es la cualidad más importante, pues debe tener el impulso para desarrollar y hacer crecer el programa de cumplimiento y poder transferir ese impulso a otros, incluidos los que están en la parte superior.
FUENTES: