Los correos electrónicos y llamadas telefónicas interminables. Los plazos implacables. La acumulación de los proyectos y fechas límite.
Tener a un adicto al trabajo como jefe frecuentemente significa trabajar muchas horas y sacrificar tiempo personal para satisfacer todas sus demandas. Olvídate de tener un equilibrio entre el trabajo y la vida: para los adictos al trabajo, el trabajo es la vida.
Pero trabajar bajo este tipo de presión puede conducir rápidamente al agotamiento.
“La clave para los empleados es coexistir”, dijo Harris Kern, autor de On Being a Workaholic: Using Balance and Discipline to Live a Better and More Efficient Life.
“No puedes cambiar a tu jefe. Ellos prosperan siendo así. Viven para el disparo de adrenalina (…) pero, como empleado, puede que tengas una familia y otras prioridades, y que no puedas trabajar las 24 horas, los 7 días de la semana”.
Algunos jefes, empresas o incluso industrias enteras tienen reputación de largas semanas laborales y exigencias implacables. Intenta evitar el problema y realiza una investigación antes de aceptar una oferta de trabajo que te llevará a un agujero negro laboral.
“Encuentra una organización que esté en línea con tu visión sobre el equilibrio entre la vida laboral y la personal”, recomendó Dana Brownlee, fundadora de Professionalism Matters, una compañía de capacitación en desarrollo profesional.
“No deseas estar nadando contra la corriente desde el primer día. Probablemente no vas a entrar y cambiar toda la estructura organizativa”.
Establece tus propios límites
No tengas miedo de compartir tu filosofía laboral con tu jefe para ayudar a establecer límites. Si acabas de comenzar en un empleo o te sientes sobrecargado de trabajo en tu puesto actual, solicita una reunión con tu gerente para hablar sobre tu horario.
Evita ser agresivo, eso puede crear más problemas para ti, aconsejó Bryan Robinson, autor de #Chill: Turn Off Your Job and Turn on Your Life.
Sugirió un enfoque tipo sándwich para plantear el problema: comienza la conversación con algo positivo, luego menciona el tema de estar sobrecargado de trabajo con ejemplos recientes específicos y luego termina con otra nota positiva.
“Los adictos al trabajo no ven el agua en la que nadan y no se dan cuenta de que están afectando a las personas y a ellos mismos”, dijo. “Están totalmente enfocados en la tarea y en conseguir que sea hecha”.
Los jefes pueden olvidar la cantidad de trabajo que ya han asignado, así que, si te sientes sobrecargado, pide a tu gerente que revise tu lista de tareas y que establezca prioridades.
“Te corresponde a ti señalar que has estado trabajando en seis cosas, y que puedes aumentarlas a ocho, y que eso podría afectar el plazo en que puedes cumplir con algunas de esas asignaciones o agregar muchas horas extra”, dijo Brownlee.
Reconoce, luego negocia
Si llega una tarea a última hora de la tarde del viernes que requiere trabajo el fin de semana para cumplir con la fecha límite del lunes por la mañana, reconoce la solicitud y luego trabaja para llegar a un acuerdo.
Di algo como: “Entiendo la importancia del proyecto, pero tengo otras obligaciones. ¿Puedo entregarlo para el final del lunes?”
Encuentra el equilibrio correcto
Si el trabajo de fin de semana es inevitable, conviértelo en parte de tu agenda para que no interrumpa demasiado tu tiempo personal y familiar.
Kern revisa sus correos electrónicos los fines de semana antes de que su esposa despierte. “Trabaja alrededor de tu familia”.
Muestra tu sacrificio
Si tienes que perder tiempo familiar o personal para trabajar, está bien hacérselo saber a tu jefe.
“Di algo como: ‘Puede que no lo sepa, pero cuando usted llamó, yo estaba en el juego de mi hijo y quiero descifrar cómo puedo ser productivo y cumplir sus expectativas, pero también proteger mi tiempo personal con mis hijos y pareja’”, dijo Robinson.
Una respuesta como esta es una invitación, la cual demuestra que deseas colaborar con tu jefe para encontrar un punto medio.
*Esta nota se publicó originalmente en el portal Tec Review.