¿Tu empresa no es eficiente? Tal vez la burocracia impide que las cosas avancen o la baja moral de los empleados afecta la productividad. Para evitar esto, existe la metodología Six Sigma, la cual Jack Welsh usó para aumentar en un 40% el valor de General Electric al disminuir la cantidad de productos que comercializaban.
El método Seis Sigma busca optimizar los procesos para reducir (hasta eliminar) los defectos o fallos en la entrega de un producto o servicio al cliente, su éxito es tal que no seguirlo se ha vuelto una gran desventaja para cualquier organización.
¿Qué desperdicios se busca eliminar con la metodología Seis Sigma?
La metodología Six Sigma se puede utilizar para:
De acuerdo al objetivo, se establecen las fases. Por ejemplo, si se desea mejorar procesos existentes dentro de una organización, las fases serían las siguientes:
1. Definir el objetivo del proyecto y requerimientos del cliente.
2. Medir las variables clave del proceso para determinar su actual rendimiento.
3. Analizar y determinar las causas raíces de la variación.
4. Mejorar el proceso eliminando las causas raíces.
5. Controlar el rendimiento de los futuros procesos.
Las organizaciones más exitosas de todas las industrias utilizan esta metodología para perfeccionar sus procesos, por ejemplo, 3M, Amazon, Chevron, Dell, Inc., Microsoft y muchos otros.
El éxito de la metodología Six Sigma se debe a que ha probado ser eficiente gracias a su enfoque en las necesidades del cliente final, el extenso uso de datos y análisis para la toma de decisiones importantes, y su fuerte orientación al retorno de inversión. Por esto, cada vez más compañías buscan a expertos que manejen este método ya que es una exigencia actual para mantenerse competitivo el seguir la metodología Six Sigma.
*Con información de Sinnaps y Achieve Process Excellence