Con el paso del tiempo han cambiado de manera acelerada las ideas que se tienen sobre varios procedimientos por los cuales se forja una empresa. Algunos de ellos se han adaptado fácilmente a las tácticas correspondientes a las nuevas necesidades que tiene el usuario. Sin embargo, la innovación ha sacado del juego a diversos métodos poco funcionales y ha creado un verdadero proceso estratégico para toda aquella organización que busque triunfar en un mundo que cambia rápidamente.
Poco a poco la innovación ha ido creciendo e interactuando más con los gerentes, tanto que le ha dado paso a la creatividad y la tecnología para responder parámetros distintos, con ideas que logren fusionarse a través de la búsqueda de nuevos perfiles, que fungirán para sentar una base potencial hacia el futuro de la marca, garantizando nuevos inversores.
Desde que Schumpeter (1934) promulgó su teoría sobre el desarrollo económico, tanto economistas, como responsables del desarrollo de políticas y directivos de las empresas han aceptado el hecho de que el modo dominante de innovación es un modelo de productores. Es decir, se ha aceptado que las innovaciones más importantes tienen su origen en los productores y se suministran a los consumidores a través de la venta de artículos.
Peter Drucker, uno de los más conocedores sobre el tema, lo definió como "la innovación con propósito es el resultado del análisis, la revisión sistemática y el trabajo duro, y se puede enseñar, replicar y aprender".
Esto destaca que los líderes empresariales evalúan las principales oportunidades que mejorarán el rendimiento de la marca, aún desde las áreas más pequeñas, hasta los equipos que lo apliquen.
Es fundamental que en el proceso para desarrollar una estrategia, los líderes deban estar conscientes de la historia que está en su organización, estableciendo condiciones de igualdad, sin perder la objetividad que se da en la productividad.
Algunos de los puntos en los que pueden enfocarse es:
1. Reglas de cómo hacerlo. Centra tu enfoque en cada operación para que la empresa cubra los movimientos arriesgados y evitar pérdidas.
2. Reglas de límite. Delimita las condiciones que ayuden a encontrar el tiempo correcto para centrarte en los clientes y la tecnología.
3. Reglas de prioridad. Unas reglas sencillas pueden establecer preferencias para la asignación de recursos entre las oportunidades que compiten entre sí.
4. Reglas de tiempo. Marca el ritmo es uno de los elementos importantes que diferencian las estrategias de reglas simples de las estrategias tradicionales.
5. Reglas de salida. Las normas de salida ayudan a los directivos a abandonar las oportunidades de ayer, que ya no funcionan.
6. Saber cuándo cambiar. Es importante que las empresas con estrategias de reglas simples sigan las reglas paso por paso, para evitar la tentación de cambiarlas con demasiada frecuencia.
Para resumir, la innovación está creciendo a pasos agigantados y es el resultado de una serie de acontecimientos para crear profesionales empáticos capaces de diseñar y emprender modelos de negocios innovadores que resuelvan problemas complejos de las organizaciones mediante el uso de métodos analíticos y tecnologías de vanguardia.
Por eso, el Tecnológico de Monterrey ha desarrollado el diplomado FORMACIÓN ESTRATÉGICA PARA GERENTES DE ALTO DESEMPEÑO, donde podrás adquirir las herramientas para potenciar el liderazgo de tu empresa en el mercado
Fuente: Albu Consulting, Harvard Business Review Home, Stage-Gate, OpenMindBBVA, Foro Consultivo Científico y Tecnológico y Sintetia