Cada día se vuelve más común ver en las empresas decisiones sin estrategias o fundamentos estructurados sobre nivelaciones, ascensos o despidos de personal. Lo que trae como consecuencia que al final estas personas no cumplan con el objetivo y responsabilidades del puesto, en el mejor de los casos regresando a lo que antes hacía o definitivamente perdiendo su trabajo
Estamos en el siglo XXI, la revolución industrial #4, el internet de las cosas, donde predomina el conocimiento, la sabiduría y libertad, sin embargo, todavía tenemos empresas operando con un mindset (mentalidad) de la revolución industrial #2 y #3, donde la prioridad era el trabajo en serie, el victimismo, la esclavitud, dependencia, etc.
Por ende, en la actualidad encontramos organizaciones, empresas, instituciones operando desde el control y enfoque en las debilidades del personal, desviando la estrategia en la mejora de lo que no se hace bien, o todo aquello que debe mejorar. Perdiendo el foco en la valoración de lo que, sí hace bien y le apasiona, en pocas palabras en sus fortalezas.
Estas decisiones al final provocan un clima laboral desfavorable y detienen el logro de los objetivos de la empresa.
Las desventajas en este tipo de cultura empresarial es que sus líderes continúan siendo capataces, paternalistas o autoritarios, obteniendo como resultado la afectación al clima laboral, impacto en los niveles de venta, en el ausentismo, rotación, satisfacción del empleado, y este liderazgo dista mucho de un líder coach, el cual acompaña e incrementa el potencial del colaborador para desarrollar sus fortalezas y niveles de desempeño.
“Todos pensamos en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo” León Tolstoi
En estas empresas que no tienen definida su cultura empresarial basada en fortalezas, hay un gran vacío en sus fundamentos sobre los siguientes puntos:
Es como si la visión fuera por un lado con otro fin y el día a día igual a otro objetivo distinto. Es sumamente importante re definir estos fundamentos estratégicos para cimentar las bases de la cultura basada en fortalezas.
La intuición y el conocimiento solos sin ningún otro contexto, no pueden ayudarnos a ir en el camino del cambio. Sin embargo, el coaching sí, ya que es un proceso de cambio y transformación.
En este proceso el coach, con la identificación del estado actual de la persona, puede acompañarla a cambiar el foco de su mirada, dejando a un lado las fortalezas que lo limitan (y no generan cambios) y abriendo el camino a las fortalezas que lo empoderan y convierte en un nuevo observador, autoconsciente de lo que desea lograr, con cambios significativos tanto en ámbito laboral como personal.
Cuando las fortalezas forman parte integral de la visión y alineación estratégica de la empresa los resultados son impresionantes.
La ventaja de enfocar a las personas en lo que, si son fuertes y les apasiona, es que tendrás el éxito garantizado en todo momento. Personas felices e identificadas con lo que hacen, los niveles de desempeño esperado y un clima laboral colaborativo.
El principal enfoque es en las fortalezas que somos fuertes. Poner toda la energía y pasión en desarrollar esas fortalezas en las que naturalmente hago mejor las cosas.
El primer paso es desarrollar toda la estrategia del despliegue de las fortalezas desde la parte directiva hasta la evaluación de indicadores de desempeño (KPI). Debe ser visualizada como parte medular de la gestión administrativa de la empresa.
Según Gallup los elementos culturales que se ven beneficiados por este cambio cultural son:
En un metaanálisis de Gallup de 1.2 millones de personas y 49,995 unidades de trabajo en 45 países, muestra que logran los equipos con una cultura basada en fortalezas:
19% de aumento, 29% en ganancias, 59% menos incidentes y 72% menos ventas de accidentabilidad rotación.
Y lo más importante que una vez puesta en marcha esta cultura basada en fortalezas, la dirección y todo el equipo gerencial tendrá la oportunidad de saber cuáles son las principales fortalezas del personal a su cargo antes de tomar una decisión.
El rol del líder coach en esta nueva cultura basada en fortalezas es acompañar a los colaboradores a maximizar su potencial en las fortalezas fuertes para lograr altos niveles de desempeño y competitividad dentro de la empresa, organización o institución.
En el desarrollo de esta estrategia el coach acompaña al coachee (colaborador) en:
En resumen, el acompañamiento de una cultura basada en fortalezas con el acompañamiento del coach tiene como beneficios:
Por: Ana Sofía Martínez, coach ejecutivo ICT Coaching Tecnologies / Tecnológico de Monterrey.