Los costos e ingresos son parte fundamental de los estados financieros de una empresa.
Identificar y controlar los flujos de activos puede ayudar a una empresa a mejorar su eficiencia financiera y asegurarse de que los recursos se utilizan de forma eficiente.
Para quienes emprenden por primera vez, liderando pymes o startups, la relación entre los costos e ingresos y los tipos de gastos no siempre es sencilla de determinar, por lo que aquí te dejamos algunos ejemplos para que puedas mejorar la gestión financiera de tu empresa y escalar sus operaciones.
Aprender a identificarlos es vital para alcanzar los objetivos de la empresa y con ello, la ansiada rentabilidad. También es importante para determinar el monto de capital que se necesita para operar.
Son aquellos que cambian en proporción directa al nivel de producción o actividad de la empresa. Es decir, cuanto más se produce o se vende, más altos serán estos costos, pueden ser controlados a corto plazo. Los más comunes son:
Se mantienen sin importar el nivel de producción o actividad de la empresa. Estos costos se mantienen constantes dentro de un rango relevante de producción. Algunos ejemplos son:
Por lo general, los gastos fijos se pueden anticipar y controlar, su precio se mantiene por un largo período de tiempo, son constantes y son fijos en su totalidad pero no en unidad.
Son todos aquellos que no son necesarios para la producción de una empresa y que están más relacionados a los hábitos de consumo o estilo de vida. Algunos de los más comunes son:
Para reconocerlos, se tienen que revisar minuciosamente los estados financieros, identificar patrones de gastos y resaltar todas aquellas transacciones que no son esenciales o cuyo monto es excesivo.
A partir de ahí, es vital priorizar las necesidades de acuerdo a los objetivos, evaluar el valor real de cada compra, identificar y eliminar gastos hormiga y las compras compulsivas.
Cuando los costos de producción y las ganancias son iguales, es decir, están en un punto de equilibrio (también conocido como punto muerto), significa que no hay pérdida pero tampoco ganancias.
Sin embargo, calcular el punto de equilibrio correctamente e identificar en qué tiempo se llegará a él, ayuda a determinar cuándo la empresa será rentable.
Algunas iniciativas que puedes iniciar desde ya para ahorrar dinero y optimizar los recursos en tu empresa, son:
Implementar estas estrategias puede ayudar a una empresa a mantener un equilibrio saludable entre ingresos, costos y gastos, asegurando su estabilidad y crecimiento a largo plazo.
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