El ser humano siempre ha sido un personaje que busca sobrevivir en cualquier escenario que se le presente, incluso desde aquellos días donde evolucionamos para adaptarnos a los retos de la vida diaria.
Es así como los logros de la humanidad van destacando la innovación, convirtiendo a cada persona en un agente de cambio con el progreso de la tecnología.
Actualmente vemos que los emprendedores cuentan con habilidades ya conocidas desde hace tiempo, como tener una buena capacidad de organización y gestión, así como cumplir los objetivos de su propio negocio, con mayor sostenibilidad.
Pero, ¿cómo un líder se vuelve alguien influyente?
Edgar Henry Schein, psicólogo organizacional, que trabajó el concepto de lo corporativo, comenta que la cultura y el liderazgo se complementan, por lo tanto, ninguna existe sin la otra.
En otras palabras, hay características empresariales ligadas entre sí, y con base en ello, la cultura también puede ser creada, gestionada y conducida por las diferentes habilidades que posea el líder.
Las organizaciones tienen tanto una finalidad, como objetivos de supervivencia. Por consiguiente, pasan por ciclos de vida y enfrentan problemas de crecimiento. Adicional a esto, tienen una personalidad, una necesidad, un carácter y se las considera como micro sociedades que tienen sus procesos de socialización, sus normas y su propia historia.
Este concepto cultural es una necesidad de entender qué sucede en el entorno de una compañía, explicando el porqué de algunas actividades, dándole importancia a los procesos de sensibilización y visualización de conductas adecuadas para cada área. Algunas de las cualidades que destacamos, son:
Fuente: PDA International, Análisis de las características del emprendimiento y liderazgo en los países de Asia y Latinoamérica, Liderazgo y cultura organizacional y Yscouts